miércoles, 14 de abril de 2010

Unos segundos

A oscuras por la cuidad, bajo la luz tenue de las farolas camino hacia un destino.. A ratos creo ver sombras, intermitentes luces confunden mi mente (quedan en él cicatrices de recuerdos tormentosos) y mis piernas actúan por reflejo, cada paso se convierte en zancada. Me descubro nerviosa, mirando hacia todas las direcciones esperando no ver nada, sin dejar de mirarlo todo (bien sabido és, que no hay mayor temor que la incertidumbre). 
Paro en seco, no veo, no hay luz, ¡Las farolas! ¿Y las farolas?... 

Esta noche el cielo está cubierto y el aire es frío, temo moverme del punto en el que me encuentro, dar un paso en falso, estoy al descubierto...
Siento escalofríos, infinitos fantasmas parecen rozar mi piel, pánico, miedo, mi cabeza cree, piensa, especula... no veo, pero doy un paso, un paso hacia delante....
¡Luz! volvió la luz.
La calle está tranquila todo parece igual... (estoy temblorosa)
¿Que sucedió? miro hacia atrás, quiero comprender...
No hay nada, lo que mi mente vio presa del miedo fué solo una ilusión que permití verídica, las luces no fallaron, seguían ahí.. Falló mi mente por unos segundos, durante ese momento mi mundo pareció desvanecer olvidando la luz que provenía de las farolas.

1 comentario:

Marta dijo...

I quantes vegades tenim por..., però l' important és fer aquest pas endavant tot i creure que no hi ha llum com bé has escrit.
Per mi aquestes pases són les que després et fan sentir millor.
Jo crec en aquella frase que diu, que el món no és dels que no tenen por, sinó dels que tot i tenir por, són valents.
I que coi!! Moltes vegades ens fem aquestes pors nosaltres mateixos, i això em recorda el conte de l'elefant de Paulo Coelho.